Somos una explotación biológica especializada desde hace más de 20 años en cultivos arables y ganadería avícola con capacidad para 3000 pavos. Nuestro manejo biológico, es decir, excluyendo el uso de antibióticos nos llevó hacer un análisis de nuestras prácticas. Al comienzo del proceso, descubrimos la importancia del lecho para el bienestar de los animales. Ello incide en los rendimientos de la explotación y, por ende, en los beneficios económicos. Observamos unos niveles inferiores de pododermátitis plantar, un gasto más homogéneo a la vez que disponemos de un lecho de mejor calidad. Llevamos con el robot SENTINEL desde primavera. Lo hemos conectado a una aventadora neumática que permanece fuera de las instalaciones. Solo el robot penetra en el edificio, lo que es una garantía en términos de bioseguridad. Podemos proyectar distintos tipos de lecho, lo que supone una ventaja en caso de escasez de algunos productos en el mercado o que decidamos utilizar otros tipos de materiales.
Con el robot, podemos renovar los lechos cuantas veces queramos, sin que suponga un engorro (ahorro de tiempo y esfuerzos). Podemos garantizar las mejores condiciones para nuestros pavos, especialmente, polvo cero y un suelo seco. Estamos muy satisfechos con el robot SENTINEL. Su instalación no requirió ninguna obra en el edificio, además mientras el robot funciona nosotros podemos encargarnos de otras tareas.
Hemos comprobado una menor frecuencia de pododermátitis plantar, un índice de mortalidad más bajo y un plumaje más bello y fuerte de los pavos. Estimamos, además, haber hecho un ahorro de entre un 30 y un 50% a pesar de que cambiamos el lecho más a menudo que en el pasado. La capa de lecho es delgada y uniforme, nos permite concentrarnos en zonas específicas en función de las necesidades (zonas húmedas).
Estamos muy satisfechos con la instalación. Funciona muy bien, nos libra de una tarea muy pesada y reducimos costes.